La neurociencia es la ciencia que se encarga del estudio
del sistema nervioso, más en concreto del cerebro y de todos los procesos que
en él se llevan a cabo.
La
neurociencia tiene varias áreas de estudio, la neurobiología, centrada en las células
que forman el sistema nervioso (neuronas) y sus interacciones; la neurociencia
cognitiva, centrada en los procesos psicológicos que lleva a cabo el cerebro; y
la neurociencia computacional, que intenta crear modelos de cerebro, utilizando
la tecnología, para intentar probar las teorías.
Así
pues, el cerebro abarca muchos niveles de estudio, desde el puramente molecular hasta el específicamente
conductual y cognitivo.
El
cerebro es un órgano extremadamente complejo y el que nos cuesta mucho trabajo
entender, por eso los científicos estiman que tan solo conocemos cerca de un
10% de la capacidad de nuestro cerebro.
Por
tanto, yo creo que la neurociencia es muy importante, ya que nos queda mucho
por conocer sobre nuestro cerebro, y en definitiva el cerebro es lo que somos,
si queremos entender el por qué de nuestros actos, el por qué somos como somos,
necesitamos entender nuestro cerebro.
El
tema en el que me voy a centrar, se estudiaría dentro del campo de neurociencia
cognitiva, ya que intenta averiguar si es verdad eso de que somos libres,
¿hasta dónde llega nuestra libertad?
Si
consideramos la libertad, como la voluntad de realizar una acción podemos
basarnos en las conclusiones del científico Mark Hallet y considerar dos
opciones de voluntad:
· La voluntad como fuerza generadora de
movimiento: primero tomamos una decisión consciente, ésta activa los mecanismos
del sistema motor, y ellos generan un movimiento.
· La voluntad como percepción: una serie de
procesos inconscientes activan los mecanismos del cerebro motor, se genera un
movimiento, y a imperceptibles instantes aparece una decisión consciente de
haber tomado esa decisión.
La neurociencia, está
demostrando que en el caso del movimiento, la opción b) es la correcta.
Entonces, ¿somos libres?
Podríamos concluir que no somos tan libres como nos pensábamos en un principio,
ya que hay estudios que demuestran que nuestro cerebro sabe, unos segundos
antes de que lo haga consciente, lo que va a hacer. Además nuestras acciones
van determinadas a una serie de genes, ligados a nuestro pasado evolutivo y al
sistema de recompensa, que determinan si queremos hacer algo o no, en función
de lo que hizo sobrevivir, dejar descendencia, o sentirse seguros a nuestros
antepasados, por tanto, cuando haga esta cosa que quiero hacer, me sentiré
bien, por eso quiero hacerla.
Como dijo Einstein
“Podemos hacer lo que queramos, pero seguro que no querer lo que queremos”. Por
eso sí que podría ser verdad que hacemos lo que queremos, pero ¿queremos lo que
queremos? Esto nos lleva a pensar que no somos tan diferentes del resto de
animales, de los cuales pensamos que únicamente se rigen por instintos; así que
podríamos preguntarnos si no somos realmente libres, si esto del libre albedrío
no es una ilusión que nos crea nuestro cerebro, para hacernos creer que realmente
lo somos.
“Entonces, ¿nos toca aceptar que nuestras
acciones están mucho más programadas de lo que pensamos, por todo lo que va
acumulándose en el subconsciente de programación genética, experiencias,
influencias sociales, aprendizaje, traumas, o estímulos subliminales? La
neurociencia parece indicar que sí.”
Puede
que nuestro comportamiento esté determinado, pero hay científicos que aseguran
que esto no excluye que tengamos la capacidad de razonar y ser responsables de
nuestras acciones más complejas.
Sinceramente,
creo importante que fondos públicos vayan destinados a este tipo de
investigaciones, ya no a esta investigación de si somos libres o no, si no, a
la investigación sobre nuestro cerebro, porque para mi es muy importante que
podamos llegar a entender cómo funciona este órgano tan complejo. Además pienso
que hay fondos públicos que se invierten en cosas sin relevancia, o incluso
para beneficio propio de unos personajes sin escrúpulos, así que apoyo
totalmente la inversión de fondos públicos en este tipo de investigaciones.
También encuentro
interesante que toda la población tenga acceso a los nuevos descubrimientos que
se hagan, a los avances que se consigan en este campo, porque como ya he dicho
el tema del cerebro es un tema que me apasiona y me encanta descubrir cosas
nuevas y sorprenderme de lo qué es capaz de hacer el cerebro. Así que me parece
muy buena idea que todo el mundo pueda tener acceso a las publicaciones que se
hagan y a los que no interese, que no miren.
A continuación os dejo un vídeo sobre el tema:
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